Mantenimiento de cabinas de pintura
Una de las instalaciones que requiere un mantenimiento más exhaustivo es sin duda la cabina de pintura: limpieza de sus paredes y de las rejillas del suelo, perfecto estado del foso, recubrimiento de las lámparas, de las gomas de puerta y de las turbinas de extracción y del quemador de caldera… Todo ello para un completo mantenimiento de cabinas de pintura
También se controlará rigurosamente la sustitución de los diferentes tipos de filtros que incorpora. En las paredes de las cabinas, además de suciedad, se depositan pulverizaciones que causan un mal efecto estético y absorben parte de la luminosidad existente, creando sombras que pueden confundir al pintor. Se recomienda limpiar cada 15 días y pintar cada 3 meses; también se pueden emplear diversos métodos de protección de las paredes: lacas pelables, plásticos electrostáticos o tela autoadhesiva. En este caso, también se sustituirán periódicamente este tipo de protecciones.
Las rejillas metálicas del suelo de la cabina suelen acumular numerosos restos de pintura pulverizada u overspray por lo que precisa una limpieza periódica con decapantes y agua a presión, como mínimo, anualmente.
Una zona importante de mantenimiento son los fosos de la propia cabina; con el tiempo acumulan gran cantidad de polvo y suciedad. Se limpiarán, como mínimo, una vez al año, empleando para ello preferiblemente un aspirador.
Las gomas de cierre de las puertas aseguran la estanqueidad de la cabina. Un defecto o rotura produce pérdidas de presión, aumentando el consumo de combustible y, lógicamente, el gasto. La revisión se realizará cada 6 meses sustituyendo las que se encuentren dañadas. En el caso de las turbinas y conductos de extracción, se limpiarán periódicamente al menos una vez al año, comprobando, en la
s turbinas, la tensión de las correas –su flexión no debe superar los 2 cm–, los álabes, los rodamientos y el estado de los distintos silentblocks.
La revisión y mantenimiento del quemador y las chimeneas ha de realizarse por personal especializado, como mínimo, una vez al año. Una cabina de pintura dispone de tres tipos diferentes de filtros, cada uno de ellos con su mantenimiento específi
co. Los prefiltros se sitúan a la entrada de la turbina y realizan un filtrado previo del aire que entra del exterior; la saturación de estos filtros depende de las condiciones climáticas y de la ubicación geográfica. Se estima sustituirlos mensualmente. El proceso de filtrado de los filtros de techo o de plénum es más exigente: su saturación implica una sobrepresión en la parte superior de la cabina, desencadenando un trabajo anómalo de la cabina. La sustitución de estos filtros se realiza tras unas 800/1.000 horas de trabajo.
Los filtros del suelo o paint stop son los que mayor mantenimiento requieren. Se sustituirán, aproximadamente, cada quince días –para un flujo de trabajo de 5 órdenes/día- o bien cuando se observe su saturación. Si no se mantienen correctamente estos filtros aparecerán mayores defectos de pintado en forma de motas de polvo, empleando más tiempo y productos en su eliminación. También se producirá un gasto más elevado en el consumo de combustible, al encontrar los distintos filtros saturados. Todo ello conllevará pérdida de rentabilidad en las operaciones de pintura. No menos importante es la función que tiene este filtro como medida para evitar la contaminación del aire con las partículas de pintura que se desprenden en los procesos de pintado. Es el modo con el que colaboramos a mejorar la calidad del aire y contribuir a mejorar el medio ambiente.